Antes de utilizar la esponja, enjuágala bien con agua tibia hasta conseguir que se ablande. Después, exprime el exceso de agua y limpia suavemente la piel de tu rostro. Puedes agregar una pequeña cantidad de limpiador para aumentar los beneficios de la esponja.
Cada 2 meses aproximadamente, cuando empiece a verse agrietada, cámbiala por una nueva. Para extender al máximo su vida útil, evitar escurrirla con demasiada fuerza.
Hecha a base de raíz de Konjac (una planta asiática milenaria). Tiene una textura rígida cuando está seca y una muy esponjosa cuando está húmeda.
Raíz Konjac: Del bulbo del Amorphophallus Konjac se extrae la esponja de konjac. Esta esponja, llamada también konjac sponge, tiene múltiples propiedades. La fibra de glucomanano, rica en vitaminas y minerales, tiene un ph neutro en su fibra vegetal y es 100% natural y biodegradable.
No tienen colorantes, conservantes ni pigmentos artificiales por eso dura aproximadamente dos meses desde que se empieza a usar. La esponja konjac, por su naturaleza alcalina, es capaz de neutralizar el exceso de acidez en el ph de la piel y elimina, con su uso continuado, el sebo y la suciedad de los poros. Además tiene propiedades astringentes, antibacterianas y antiinflamatorias.
La esponja konjac exfolia la piel eliminando las células muertas y tras su uso deja una película suave y nutritiva. Al masajear la piel se estimula la circulación de la epidermis del rostro estimulando la circulación y la regeneración de la piel, dejándola limpia y fresca sin ningún tipo de irritación cutánea.
Carbón Activo: Este ingrediente de origen vegetal es muy apreciado por sus poderes detoxificantes, ya que es capaz de eliminar impurezas, toxinas y toda la suciedad de la capa superficial de la piel y de los poros. Esto se debe a su estructura porosa y la gran superficie interna, que arrastra la suciedad a la perfección. Es ideal para limpiar en profundidad pieles grasas con tendencia acneica.
Antes de utilizar la esponja, enjuágala bien con agua tibia hasta conseguir que se ablande. Después, exprime el exceso de agua y limpia suavemente la piel de tu rostro. Puedes agregar una pequeña cantidad de limpiador para aumentar los beneficios de la esponja.
Cada 2 meses aproximadamente, cuando empiece a verse agrietada, cámbiala por una nueva. Para extender al máximo su vida útil, evitar escurrirla con demasiada fuerza.
Hecha a base de raíz de Konjac (una planta asiática milenaria). Tiene una textura rígida cuando está seca y una muy esponjosa cuando está húmeda.
Raíz Konjac: Del bulbo del Amorphophallus Konjac se extrae la esponja de konjac. Esta esponja, llamada también konjac sponge, tiene múltiples propiedades. La fibra de glucomanano, rica en vitaminas y minerales, tiene un ph neutro en su fibra vegetal y es 100% natural y biodegradable.
No tienen colorantes, conservantes ni pigmentos artificiales por eso dura aproximadamente dos meses desde que se empieza a usar. La esponja konjac, por su naturaleza alcalina, es capaz de neutralizar el exceso de acidez en el ph de la piel y elimina, con su uso continuado, el sebo y la suciedad de los poros. Además tiene propiedades astringentes, antibacterianas y antiinflamatorias.
La esponja konjac exfolia la piel eliminando las células muertas y tras su uso deja una película suave y nutritiva. Al masajear la piel se estimula la circulación de la epidermis del rostro estimulando la circulación y la regeneración de la piel, dejándola limpia y fresca sin ningún tipo de irritación cutánea.
Carbón Activo: Este ingrediente de origen vegetal es muy apreciado por sus poderes detoxificantes, ya que es capaz de eliminar impurezas, toxinas y toda la suciedad de la capa superficial de la piel y de los poros. Esto se debe a su estructura porosa y la gran superficie interna, que arrastra la suciedad a la perfección. Es ideal para limpiar en profundidad pieles grasas con tendencia acneica.