Sabemos que una vez que se adopta un hábito y se integra en el día a día es muy complicado cambiarlo. Sin embargo, en el zero waste cada gesto cuenta y por eso hace unas semanas os ayudábamos a dar el paso con algunos consejos sobre cómo iniciarse en este estilo de vida. Hoy queremos centrarnos en un elemento concreto que puedes incorporar muy fácilmente a tu rutina de belleza: las esponjas konjac.
En los últimos años se han convertido en una verdadera revolución en nuestro país. No obstante, la planta milenaria que le da nombre es utilizada desde hace siglos en el sur del continente asiático, de donde es originaria. Su raíz sirve de base para fabricar este must have del cuidado facial que todos desean. Porque si todavía no tienes una te aseguramos que cuando llegues al final del post vas a quererla. Son veganas, orgánicas, biodegradables, arrastran bien la suciedad, realizan una pequeña exfoliación a la vez que limpian y tienen un precio de lo más asequible. ¡Son muchas las ventajas!
¿Qué esponja debo comprar?
No todas las pieles son iguales y tampoco deberían serlo los productos beauty que utilizan. Dentro de las propuestas de esponjas konjac existen distintas tipologías para que puedas escoger una que se adapte a las necesidades específicas de tu piel –sí, otra ventaja–. Solito, nuestra marca de cosmética sólida y accesorios zero waste, ofrece cuatro opciones diferentes:
- Pink Clay Konjac Sponge: con arcilla rosa, perfecta si tienes el cutis sensible.
- Natural Konjac Sponge: esponja konjac pura apta para todo tipo de pieles.
- Green Clay Konjac Sponge: elaborada a partir de arcilla verde y recomendada para piel mixtas.
- Activated Charcoal Konjac Sponge: con carbón activo pensada para todas aquellas personas que tienen la dermis grasa.
Manual de uso paso a paso
Tan solo necesitas tener en cuenta estos cinco puntos para empezar a sacarle partido a tu esponja de konjac:
- Humedécela con agua hasta que su textura se ablande. Es importante tener claro que nunca se debe utilizar en seco.
- Puedes utilizarla sin ningún producto o añadiendo tu limpiador habitual.
- Limpia tu rostro mientras practicas una pequeña exfoliación.
- Cuando termines, enjuaga bien la esponja con agua hasta eliminar restos de producto, escúrrela y déjala secar.
- Recuerda sustituirla por una nueva cada dos meses aproximadamente.
Sí, ¡utilizarlas es así de sencillo! Otro punto fuerte que sumar a la lista y que hace que este producto se haya convertido en un verdadero hit.